Lejía o Hipoclorito de Sodio no siempre se usa correctamente en los hogares
Lo que conocemos como lejía es el resultado de diluir en agua un compuesto químico llamado Hipoclorito de Sodio (NaCIO).
Es de color claro entre verde y amarillo con un color característico (no debemos confundirlo con cloro ya que tiene otro tratamiento químico). En el hogar la conocemos en su forma líquida y se utiliza como desinfectante y como base para los blanqueadores más comunes. Con la lejía debemos tener algunas precauciones en cuenta ya que en concentraciones del 5% con pH=11 es irritante y en superiores al 10% con pH=13 es corrosivo.
La lejía actúa entrando en contacto con la suciedad, manchas, gérmenes y olores, rompiendo en pequeñas unidades la cadena de moléculas, matando así las bacterias y los mohos. Libera oxígeno activo que ataca y descompone las proteínas destruyendo los microbios.
Para muchos “el mejor desinfectante del hogar”, pero por lo expuesto anteriormente debemos usarlo con precaución.
¿Cómo se utiliza en el hogar?
- Usa guantes. Dependiendo de su concentración puede causar desde irritación a quemaduras en la piel.
- Cuidado con inhalar los vapores que desprende, pues puede irritar las mucosas nasales. Dentro de lo posible, trata que la estancia donde la uses esté bien ventilada.
- Evita mezclarla con otros productos químicos, amoniacos o ácidos ya que puede desprender gases tóxicos.
- Usa la cantidad recomendad; añadir más no te dará mayor poder limpiador.
- Úsala después de limpiar. La lejía desinfecta con lo que lo correcto es primero limpiar y desinfectar después .
Existen además productos que incorporan lejía para que no tengas que preocuparte por la concentración de producto que usas. Limpiadores de aplicación directa y fácil manejo como el limpiador en spray Force Moho con lejía, elimina las machas en todos los lugares donde haya humedad.